Había una vez un dios amazónico de belleza hechizante y que no cerraba los ojos ni para dormir, ante el cual las mujeres sucumbían y se hundían con él en las profundidades de las aguas amazónicas donde estaba su corte de peces y otras criaturas de las profundidades. Ese ser en el oriente peruano era El Yacuruna ...
Foto de Luiz Claudio Marigo
Hace 16 millones de años en lo que es hoy la Amazonía un gran sistema de agua dulce ocupaba lo que se ha conocido como el Sistema Pebas, un gran sistema de agua dulce con lagos enormes, pantanos, rodeados de manglares y bosque.
En aquella época de tanta agua e incursiones marinas ingresarían varios grupos desde el océano al norte, entre ellos un grupo de delfines originariamente marinos pero que se diversificaron en este nuevo hábitat, me refiero a los Platanistidae. Actualmente parientes suyos sobreviven en Asia y están en peligro de extinción.
Ya antes en Perú se había encontrado animales de este grupo de delfines en ecosistemas marinos del Pacífico como Macrosqualodephis ukupachai (A), y de hecho los parientes marinos eran de buen tamaño a diferencia de las formas de agua dulce sobrevivientes (F, G) o de los que actualmente ocupan dicho nicho como el bufeo rosado Inia (E).
Arte de Jaime Bran
Sin embargo, para sorpresa de muchos, en sedimentos del Mioceno se encontró a Pebanista yacuruna, un delfín de agua dulce del grupo de los Platanistidae de entre 3 a 3.5m. Más grande que cualquier otro delfín de agua dulce conocido, este animal de vista pobre proliferaba en las aguas del Sistema Pebas a sus anchas. Por lo visto era un formidable predador de las aguas con la ayuda de la ecolocación.
Encontrarlo al fin de la expedición fue super complicado entre los bancos con lodo y los insectos amazónicos del río Napo en Perú. Pese a las dificultades se lo rescató de que el río se lo llevara para siempre como cada año ocurre con los afloramientos fósiles que surgen en las riberas de los ríos amazónicos.
El holotipo MUSM 4107 (arriba) corresponde a un animalito aún en crecimiento, ni siquiera le habían acabado de brotar todos sus dientes. Por eso se cree aun pudo ser más grande. Y más aun conociéndose a un segundo fósil MUSM 3593 (abajo) que era más grande aun.
Fuente:
El holotipo MUSM 4107 (arriba) corresponde a un animalito aún en crecimiento, ni siquiera le habían acabado de brotar todos sus dientes. Por eso se cree aun pudo ser más grande. Y más aun conociéndose a un segundo fósil MUSM 3593 (abajo) que era más grande aun.
Lamentablemente el Mioceno fue pasando, grandes cambios climáticos y geológicos ocurrieron, todo ese sistema acuático comenzó a desaparecer. Con ello las presas menguarían y el predador Pebanista se iría, y con él se extinguiría su linaje de la Amazonía. Los Platanistidae cada vez más eran relegados globalmente a menos ambientes, en Asia sobrevivirían a duras penas hasta tiempos actuales. En Sudamérica su vacío sería posteriormente llenado por otro grupo que también llegó huyendo de los mares llenos de formas "nuevas", el del bufeo rosado actual Inia.
Esperemos más dudas se aclaren y se puedan financiar más expediciones a la Amazonía antes de que el río se cargue a los fósiles. Por lo pronto ya está la exposición, para que todos podamos visitarle, en el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima.Fuente:
Aldo Benites-Palomino et al. The largest freshwater odontocete: A South Asian river dolphin relative from the proto-Amazonia. Sci. Adv.10,eadk6320(2024).DOI:10.1126/sciadv.adk6320
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