El escape de Dinorider

Bueno a vuelo de pájaro les cuento que tras mi partida apresurada el jueves pasado, todo fue rebacán... no pude estudiar como hubiera preferido pero no me quejo... salvo porque creo que pude dar más.

La llegada al castillo viejo fue buena. Pero ustedes dirán cómo salgo más abajo montado en un hipogrifo si en la foto de un post anterior iba en tren... pasa que subieron unos patas sin pagar al tren y no habían sido detectados... obvio que al toque se dieron cuenta que había unos "cabeza negra" (léase con pinta de latinos) así que de arranque ya sabrán a quienes pidieron boletos primero, pero a la hora de la hora chaparon no a uno o dos sino a un chupo de gringos conchudos que querían llevársela fácil. Y después dicen que los de allá son angelitos.... en todas partes se cocen habas.

El punto que estos ampayados conchudos quién sabe qué maldición le echaron al tren viejo que no arrancaba y más el retraso de los ampays se me hacía más y más tarde así que no me quedó otro recurso que apelar a ayuda del bosque circundante.

Sí, tuve suerte que merodeaban por allí un grupo de hipogrifos chismosos con ganas de averiguar que chongo se armaba alrededor del tren así que como uno de ellos me conocía de antes le dije que si me apoyaba le llevaría a un lugar donde nunca cae nieve y no hay frío glacial en los inviernos.

Así fue que me de repente me encontré volando contra el reloj.... en el sentido literal de la palabra.

Y así fue como llegué... tarde pero llegué... ¡EL EXAMEN YA HABÍA COMENZADO!!!

Así se me pasó todo el día, claro que con recesos... nomás que el hecho de estar lejos de los amigos hizo que en lugar de tratar de repasar algo durante los recesos nos la pasáramos chongueando y arrasando con la comida... con decirles que un amigo que pidió una bandeja de papas fritas se quedó sin una sola al llegar a la mesa pues en el camino todos le gorreamos en mancha las papas (claro, que por pena le compramos luego otra).

Así fue que inicié el viaje de regreso con nueva mascota. Pero pensándolo bien voy a tratar de liberarlo pues los animales salvajes al fin y al cabo salvajes son y no nacieron para ser tratados como perros falderos. De cualquier modo ya estoy en mi territorio.

....Y dispuesto a todo, nada que me quieren serruchar el piso o cualquier otra cosa. Que la Fuerza les acompañe.