Dinorider y el Atrapado del Nozzedag

Acababa de llegar a 123 Grimjaipleiz cuando sentí algo venir...

... para estrellarse!
"¡Qué raro! parece un ..."
Lo abrí y me quedé boquiabierto, no lo esperaba ni remotamente.
Justo estaba con mi amigo Gong.

"¡¡¡MELMACIANO NO ERA GAY! ¡TENEMOS NOZZEDAG!!!"

Contra los pronósticos de todo mundo Melmaciano se le adelantó a muchos que todos veían fijos para ser atrapados pronto bajo la sombra del Nozzedag. Ni bien se corrió la voz de su Nozzedag todas las mamás y algunas abuelas de los amigos comenzaron a decirles los clásicos argumentos de que si recién se conocen como van a aventarse con sólo 2 meses a una empresa de esas y todo eso. Pero a la hora de la hora esas son cosas del Orinoco que tú no sabes ni yo tampoco. Aparte que no había tiempo pues todo fue hecho en tiempo relámpago comparativamente hablando.
Con todo el día llegó. En realidad nunca había a estado en un Nozzedag a la melmaciana antes, sólo había estado en rituales similares al estilo católico, una vez en uno al estilo de un pueblito de una comunidad indígena de Cuzco que es todo un ritual ceremoniosamente largazo y en uno al estilo árabe en Mugglevania muy pintoresco.
El inicio fue pintoresco pues la gente había llevado ¡CANASTONES! de critters (nunca había visto tanto critter en la alfombra roja) y los aventaron como ratitas delante del novio para que pasaran antes. Es que el novio también estuvo de pasarela, parecía Virrey Borbón. Sólo que todo el mundo le prestaba atención y tomaba fotos a los critters, al novio ni bola, y eso que uno de los critters parecía que quería moler a sus vecinos a punta de golpes mientras hacía ñam ñam. Eso sí, cuando llegó la damita, precediendo a la novia, estaba muy bonita, parecía una pequeñita princesita élfica. Mi amiga Themilla me comentó a propósito: "Cuando me case me pones una damita así pero si me metes canastones de critters te mando al foso de los cocodrilos". Ahí fue que conocimos en vivo todos los amigos a Brunilda, la reina del Nozzedag, que entraba radiante como todas las novias, la mayoría sólo sabía de ella por referencias. Luego vinieron las palabras del Dircurseador hablando que no había necesidad de alcohol y otras vainas para estar bien y un largo bla bla bla que una de mis amigas se quedó seca dormida. Todos se despertaron cuando le pasaron el micro a la novia, eso estuvo bonito, muy bonito. Ella cantó para el novio muy sentidamente. Luego vino el Casador y todo quedó consumado. En realidad extrañé muchas cosas del largo ritual al que estaba acostumbrado como el "que hable ahora o calle para siempre", el "puede besar a la novia" y todos esos ritos ceremoniosos, pero fue simpático el detalle de la novia y que pasaran imágenes de ambos con fotos desde que eran chicos. El tiempo vuela.
Como los novios se habían ido a tomarse su largo momento clásico en la limosina lejos de todos, toda la manchita del Castillo Viejo nos fuimos a un merendero cerca a comer algo y charlar antes de asar a la reunión. Fue muy amena aunque me sentía raro pasar con ropa de boda entre las manadas de adolescentes del merendero. Contar las aventuras y travesías desconocidas de cada quien del año anterior fue supergenial. Entre las aventuras de un casi Indiana Jones amigo mío nos dimos cuenta que ya afuera estaba más que oscuro y que se nos había pasado la hora.
Al regresar a donde obviamente ya habían regresado los novios luego de su paseo nos quedamos sorprendidos pues lo que más recordábamos eran las palabras del Discurseador que nada con el alcohol y bla bla bla, pero al llegar nos recibieron con pisco sour (que estaba excelente, con el punto perfecto de limón pues la mayoría que he probado falla en esto incluyendo varios restoranes para turistas), sidra (también estaba muy buena) y la clásica champagne. Mis felicitaciones al barman, los que me conocen saben que si algo no me gusta soy capaz de botarlo. Algo divertido es lo del bouquet de la novia; una de mis amigas se quedó con las ganas de cogerlo que agarró uno de los arreglos florales y se lo llevó como falso bouquet para mostrárselo a su mamá que anda preocupada porque nunca le ha llevado enamorado a casa.
Más que el baile y todo creo que lo más bonito fue reencontrarse con los hermanos pues a veces con las cosas que cada quién debe hacer coincidir es algo complicado. Al menos sabemos que una segura reunión será en verano en que tendré un matrimonio playero, nunca he estado en un matrimonio en el mar, será motivo, dicen que los surfers de verdad se casan así también, ¿o no? Es que dos amigos se comprometieron y serán al parecer los siguientes. ¡Qué bárbaro! ya van cayendo uno por uno mis amigos atrapados por el Nozzedag .... ¡brrr!