Parque Prehistórico 5 - La Casa del Insecto Gigante

Esta oportunidad el aventurero Nigel Marven nos llevará lo que hoy es la Isla de Arran en Escocia, se ve algo fría y medio gris. En eso Nigel nos muestra unas huellas muy raras que parecen hechas por un ciempiés más que enorme. Sí, eso es lo que buscaba justamente nuestro guía, el lugar a donde ir en su nuevo viaje al pasado. Esta vez Nigel irá por unos bichos gigantes de Escocia, pero no de la de hoy sino a la tropical y pantanosa de hace 300 millones de años en el llamado Periodo Carbonífero en que esta isla andaba por el Ecuador.

Mientras tanto en el Parque Prehistórico las cosas andan activas. Bob, el cuidador, decide llevar a los dos Ornithomimus bebés que creían él era su mamá al corral donde andaban los otros Ornithomimus bebés nacidos convencionalmente, pero al parecer uno de ellos se cree rechazado y le mete su mordizco por ingrato al parecer. Al parecer en el parque hay el problema de que o hay muchos bebés o ninguno. Pasa que aunque se ve que el Smilodon (gato dientes de sable) macho adolescente desea tener un revolcón ... digo.... alguito con la ya madura hembra Smilodon, esta lo ve como un chiquillo pesado y lo ignora olímpicamente cuando no lo ahuyenta agresivamente. Esta vieja no caerá fácilmente en las redes del chavalillo como dirían algunos. Así que la veterinaria desea hacerse la Cupido del chico este y dice que quizá cumpliéndole una fantasía ella caerá. ¡¿Cómo?!

Por otro lado los cada vez más grandes Tyrannosaurus están dando trabajo. Matilda logró infiltrarse en el ambiente de su hermano Terence que enojado por su intromisión le responde iniciando así una brutal pelea. Pero ella es más grande y violenta así que el joven macho cada vez queda peor a pesar de que los del parque le disparan a ella un dardo sedante que se nota a leguas demora en actuar. Tras una horrible mordida en la cara Terence cae muy mal herido bajo las terribles fauces de su rabiosa hermana. Nigel aparece en un jeep para hacer que ella deje a su hermano y le siga pues al parecer no hay nada más provocativo que una presa en movimiento.

En efecto, Matilda sigue a Nigel en el jeep hasta que llegan a un punto en que las plantas no le dejan avanzar y mientras ella piensa cómo comerse el vehículo el guía está trepado en un árbol, el sedante al fin hace efecto en Matilda y BOINK! se cae.

Ahora al fin Nigel puede irse a su aventura al Carbonífero de Arran y como era de esperarse al llegar lo que encuentra es puro ... no carbón aún no ..... sino bosques con pantano y más pantano (que luego acumularía la turba que se volvería carbón.

Calculó mal las coordenadas y acabó con el jeep atascado y mojado en el pantanal, se le malogró. Aún no hay aves, pero sí insectos y son grandes. Al haber 35% de oxígeno en el aire y no el 21% de hoy los bichitos están bien crecidos. Nigel, trepado en una planta parecida a un árbol de la época, no demora en conocer a Meganeura, una libélula con alas de una envergadura de 1 metro.

Entre tanto el herido Terence fue llevado al quirófano veterinario para curarle como se debe. Paralelamente en el parque los titanosaurios como de costumbre meten las narices donde no deben, mientras acondicionan el ambiente especial con alto oxígeno para los insectos del Carbonífero los titanosaurios se ponen a rebuscar algo en la construcción, no lo encuentran y se van tras rechazar las plantas que se les ofrecen. Algo más desean.

En el pantano del Carbonífero algo se mueve, Nigel ve burbujas en la superficie, pero lo deja cuando nota que algo se mueve en tierra rápidamente. Es un Arthropleura, una suerte de ciempiés de 3 metros de largo y con largas mandíbulas.

Cuando el Arthopleura se va dejando sus huellas Nigel se pregunta si serían las mismas que vio fosilizadas en el Arran moderno.

En eso ve a dos libélulas Meganeura machos en combate aéreo tenaz hasta que uno decide fugarse. Naturalmente Nigel intenta atraparla con una red para cazar mariposas pero las libélulas se ríen en su cara y no cae ni una como era de esperar y sólo para su intento cuando algo en el agua le muerde. Dizque las mordidas en un naturalista son marcas de valor? De cualquier modo se viene una noche con tormenta y deciden parar para acampar. Al menos aún no evolucionan los mosquitos chupasangres de hoy.

Uno de los tips que Nigel nos da es el salir con una lámpara fluorescente si queremos buscar ciertos bichitos con concha justamente así: fluorescente. Se refiere a Pulmonoscorpius, el escorpión de casi un metro de largo, que encuentra y filma. Al regresar luego a su campamento para buscar una mejor cámara encuentra que otro Pulmonoscorpius está bien trepado sobre el camarógrafo y como que parece que le pinchará la cara. Pero Nigel lo atrapa de la cola sacándolo de encima. El bicho se esfuma.

En el parque Bob comienza a sospechar que los grandes titanosaurios buscan no golosinas vegetales sino piedras para su estómago así que prueba dándoles algunas y uno se las come como si fueran Scooby-galletas. Parece que al fin se descubrió que buscaban en la construción los dinosaurios estos. Por su parte Terence el Tyrannosaurus macho herido anda con infección generalizada de modo que tienen que bombardearlo con antibióticos.

Algo bueno es ver que Sabrina, la hembra Smilodon, se ve contenta y retoza frente al joven macho. Ya no lo espanta, parece que la vieja mira al chiquillo con otros ojos ya. Pero la veterinaria Suzanne aún no se anima a levantar la barrera que separa sus ambientes.

Al volver al Carbonífero vemos que Nigel está agarrando a las pobres Meganeura a punta de chorros disparados con su pistola de agua .... con detergente. Al final una llega a caer pues son muy rápidas para Nigel.

En eso nuestro loco guía ve un anfibio gigante y encargando la red en que ha dejado a su atrapada libélula decide sumergirse en el agua para ver mejor.

Ahí nos muestra que el anfibio era un Crassigyrinus que hace de todo para librarse de Nigel, se ve que da pelea el bocón ése. Encima el animalito tiene 2 filas de dientes en cada mandíbula. Se nota que era un emboscador y Nigel le apoda "el monstruo del pantano". Decide dejarlo ir y llevarse a la libélula que más parece ventilador portátil al parque.

Felizmente en el parque las cosas andan bien pues tras levantar la barrera de seguridad los dos Smilodon, aunque se gruñen al inicio, no dan señales de que vayan a matarse.

Quien dudo haya estado muy feliz fue Nigel pues tras atrapar un Pulmonoscorpius de casi 1 metro de largo este le pica cuando le metía en la caja portadora de perros para su transporte. Pero un peligro mayor llega, las libélulas gigantes huyen en dirección contraria a donde va Nigel que es el sitio donde cayó su jeep.

Con tanto oxígeno en el aire y tanto vegetal combustible la tormenta de la noche anterior dejó un incendio forestal de regalo. En eso Nigel tropieza con algo ... era un Arthropleura. El ciempiés gigante confronta a Nigel pero éste decide rescatar al bichito o se rostizará vivo. Tras una larga lucha con ayuda de otro hombre logran dominarlo y atarlo como un paquete para subirlo al jeep que a pesar de todo su esfuerzo no arranca.

Tras abrir su portal del tiempo Nigel decide que ya que no arrancará el jeep y a su alrededor todo se está quemando debe usar la tecnología de Los Picapiedras para arrancar, a falta de grúa hacen que un titanosaurio del parque remolque al jeep atascado en el pantano a cambio de algunas "ricas" piedritas.

Finalmente el Arthropleura, la Meganeura y el Pulmonoscorpius están ya en su ambiente con alto nivel de oxígeno. Al parecer el piquete del escorpión no le hizo más que una fuerte inflamación local. Y por su parte el ciempiés está muy engreido. Parece que es un bicho vegetariano después de todo y encima muy "correcto" como dice su cuidador (!). En cuanto al Tyrannosaurus Terence, éste ya está mejorado de su herida y por lo visto su hermana Matilda anda tranquila .... por ahora. Ya veremos si le durará la "tranquilidad" en el último episodio.