El Cuarto de los Requirimientos .... en ... ruinas ...
John Williams - A Window to the Past
A veces es triste regresar a ciertos lugares para ver que al fin no son más que retazos de recuerdos de un genial sitio por el que alguna vez más que transitamos. Y las plantas tampoco perdonan.
Sí,me ha pasado. Es extraño tener una imagen gravada en tu mente de un determinado lugar y luego, pasar por ahí al cabo de muchos años y verlo diferente: es como que percibas a veces algo, una esencia que los nuevos que hay ahí ya no pueden percibir o ignoran.
Por cierto, muy bonito sitio y música ¿será real? Ideal para perderse.
Lo que aprendi en arquitectura, es que lo que importa es el espacio. Es decir, lo que la gente deja con su energia, lo que vive ahi... el resto, son paredes. Y las paredes no importan, a no ser que seas una termita.
Me lo vas a decir a mi: ya cerraron el Rancho, el restaurantito campestre donde la empresa transnacional donde trabajaba mi viejo celebraba la Navidad y donde buenos momentos he pasado. Y no te hablo de ese kilómetro que queda entre el cinco y el seis, porque muchos tios van a llorar a moco tendido. Abrazos.
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si quitamos lo de las plantas.. la frase se puede aplicar de varias maneras
ResponderBorrarPRIMEROOO
ResponderBorrarSí,me ha pasado. Es extraño tener una imagen gravada en tu mente de un determinado lugar y luego, pasar por ahí al cabo de muchos años y verlo diferente: es como que percibas a veces algo, una esencia que los nuevos que hay ahí ya no pueden percibir o ignoran.
ResponderBorrarPor cierto, muy bonito sitio y música ¿será real? Ideal para perderse.
Saludines.
Lo que aprendi en arquitectura, es que lo que importa es el espacio. Es decir, lo que la gente deja con su energia, lo que vive ahi... el resto, son paredes. Y las paredes no importan, a no ser que seas una termita.
ResponderBorrar¿Eres una termita?
Me veo un poco perdido compañero! ;-)
ResponderBorrarEs difícil, pero en algún momento todo se tiene que acabar... o derrumbar.
ResponderBorrarSaludos compadre.
Me lo vas a decir a mi: ya cerraron el Rancho, el restaurantito campestre donde la empresa transnacional donde trabajaba mi viejo celebraba la Navidad y donde buenos momentos he pasado. Y no te hablo de ese kilómetro que queda entre el cinco y el seis, porque muchos tios van a llorar a moco tendido. Abrazos.
ResponderBorrarTranquilo Fujur, eso es lo normal en estos posts que tienen esa "Label"
ResponderBorrarte doy la razón.
ResponderBorrarTodo cambia, incluso nosotros.
ResponderBorrarSlaudos.