Dial 62442

Pasó a la segunda hoja del memorando, vio cuán larga era, y trabajó sin ganas. Estirando sus brazos por encima de su cabeza, recorrió su oficina mirando mortificadamente. Era una habitación muy agradable, con un fino hogar-chimenea de mármol frente a la gran faja de la ventana, firmemente cerrada para enfrentar el destemporado frío. Con un suave tiriteo, el Primer Ministro se paró y se dirigió hasta la ventana, mirando la delgada neblina que lo presionaba contra el cristal. Fue cuando, mientras permanecía de espaldas a la habitación, escuchó un débil estornudo detrás de él.

Sintió frío, cara a cara con su propio reflejo en el que se veía una mirada miedosa en el oscuro vidrio. Él conocía esa tos. La había escuchado antes. Se dio vuelta, lentamente, para ponerse nuevamente de frente a la habitación.

'¿Hola?' dijo, tratando de sonar más valiente de lo que se sentía.

Por un breve momento se esperanzó en que nadie pudiese responderle. Sin embargo, una voz respondió al unísono, una fría y decisiva voz que sonaba como si estuviese leyendo una declaración ya preparada. Venía - como el Primer Ministro se imaginó gracias al primer tosido - del pequeño hombre parecido a una rana, que tenía una larga y plateada cabellera que estaba encripta en una pequeña, sucia y antigua pintura en la lejana esquina de la habitación.

Soundtrack: John Williams - A Window to the Past

-¡Qué, no sabes!
- Es la maestra de maestras, así dicen todos.

- Pues, no conozco mucha gente de promociones anteriores. Y a decir verdad sólo 2 o quizás 3 ... ¡y eso!

- ¡SSSSSHHHHH!

Se hizo silencio en El Gran Salón, estaba totalmente lleno de ojos jóvenes atentos mirando curiosamente a la fina y risueña aunque circunspecta figura femenina subiendo las escalinatas de mármol rumbo al estrado. Vista no siempre presente a esas alturas del año.

....

Al término de la sesión todos estábamos contentos, creo que más de uno (me incluyo) sintió deseos de ser como ella, aprender su arte, su línea de La Fuerza. De hecho me tomó varios años decidir cambiar de rumbo. La despedida sería con lluvia de aplausos y un ramo de rosas entre rosa y melón del estudiantado, al parecer ese color le gustaba. El rito se repetiría día tras día mientras estuviéramos bajo su tutela. Seguro su oficina parecería una tienda de flores con tantos ramos.

....

Años después

- Suerte que tuvimos que Master S aceptara ser nuestra madrina.
- Y encima que ahora anda metida de jefa de todos en el Wizengamot es mejor aún.

- ¡Jaja! sí, de primera intención cuando le pedimos hacer la fiesta de fin de verano en La Saeta de Oro no quería. "Ya los conozco, sé qué hacen y qué no hacen cuándo no les controlan. Yo también tuve su edad. Luego alguno se pasa de butterbeer y demás y después hay un accidente en una piscina ... No, ya les conozco".

- Pero al final cedió, dejándonos todo el sitio a nuestra disposición por un fin de semana como si nada. No creo eso sea muy repetible que digamos.

- Que nos agradezca que ella también está aprovechando, ya la vi por ahí con sombrero, gafas de sol y chancletas ....

- ¡HEY CHICOS, CHICOS! ¡A QUE NO SABEN QUÉ! PERO SSHHH ... ES NOTICIA DE ÚLTIMO MINUTO ... PERO SSSSHH...

- ¿Quieres silencio pero gritas? ¡jajaja!

- Es que adivinen qué!! Acabo de escuchar el chisme que acaban de llamar a la madrina para el MoM y tiene que irse embalada.

- ¿Que-que-qué?
- Va a juramentar para mudarse al MoM.
- ¿AL MoM???? Así tan así ... vaya ....
- Pero nadie sabe aún.

- Hay que decirle a tía Mili que nos lleve para aprovechar y ver todo?! Quiero conocer el salón ése donde juran...

- Quien te oyera diría que hablas en serio, ¡mira en qué facha andamos!
- Pero al MoM ... bien guardado se lo tenía.
- Deben haberle avisado recién en verdad, sino qué haría acá.
- ¿Para algo así? ... no ... bueno ... en este país ... quizás sí, sí, así no me extraña que todo ande como se anda.... :S

....

Luego de varios controvertidos vaivenes volví a verla en un evento y fue como si todos esos años desde la primera vez que la vi siendo adolescente casi no hubieran pasado. Perdoné errores y la saludé tan afectuosamente como años atrás habría hecho. Después de todo esa leona fue una inspiración y dejó una huella imborrable.