Y que pase ... ¡la novia!

Me levanté temprano para hacer limpieza a las rejas exteriores que tienen varios ornamentos curvilíneos, como noté que quedaba algo de polvo en los recovecos opté por limpiar manualmente cada uno de los dobleces que sobresalían. Temprano en fin de semana no se ve ni un alma en pena por estos rumbos. De arriba a abajo iba yo, de pronto iba pasando de estar en puntillas a pasar casi entre inclinado y en cuclillas. En eso que casi estaba "en ángulo" y ya para ponerme en cuclillas tuve la sensación que todo el mundo tiene cuando es observado, volteo levemente y de pronto veo que detrás, a poco más de 3 metros, tenía a un tipejo parado en posición de descanso, como si nada, bien suelto de huesos mirándome allá atrás como si ahí tuviera un televisor pasando una ... película. Le lancé una mirada de Dobermann mientras que de un tirón me erguía pero él continuó mirando sin inmutarse, de modo automático volteé y di algunos pasos en su dirección a lo vaquero del oeste y con quién sabe qué mirada que puso una cara de terror (parece que a pesar de ser delgado puedo ser bastante disuasivo) y de inmediato se perdió entre los árboles corriendo como alma que lleva el diablo. Al final sólo lo mandé al cuerno.
Ya estaba "olvidando" el asunto cuando luego, al recoger a mi hermana de la iglesia, ella me avisa del edicto matrimonial del hermano mayor de una conocida de la mejor amiga de una prima ... y viendo, ¡oh, sorpresa! resulta que era ¡el tarado ése! O sea que el tipo éste estaba con un pie en el altar, aún creo, y a pesar de eso perdía el tiempo en estudiar cosas que no le pertenecían a su pareja!!