Navidad Limeña

Hablar de navidad peruana es algo difícil, siendo éste un país en que conviven varias naciones e idiosincrasias era de esperarse que cada una asimilara esta celebración con un matiz regional propio. Sin embargo, con la llamada globalización las cosas se han ido "homogeneizando" hasta cierto punto y muchas costumbres foráneas han acabado de calar bastante profundo en la población.

Aunque en el interior del país todavia en algunas partes se disfraza a los niños de pastores para que visiten los nacimientos ya es una costumbre en declive. ¿Nacimientos? Sí, ya sea hogar grande o pequeño se suelen hacer belenes o nacimientos en las casas y establecimientos en general. En base al modelo original que involucra a Jesús, María y José se hicieron variaciones regionales, dándoles a cada personaje la indumentaria del sitio y hasta reemplazando al buey y al asno por una llama y una vicuña o en su defecto por algunas de las bestias amazónicas (hasta caimanes he visto).

Alguien que llegaría para quedarse sería el abeto como árbol de Navidad. Deduzco que habrá llegado a estos lares con la aparición de la televisión. Mi abuelito me decía que hasta antes de la masificación de los televisores las costumbres navideñas limeñas eran algo diferentes. Se comía cerdo horneado o algo en ese estilo, los salados tamales o las dulces humitas, refrescos de maíz morado localmente conocidos como chicha morada y dulces locales hasta atorarse. Claro está, todo luego de la Misa de Gallo a la medianoche. Los regalos más venían para 6 de Reyes, en Navidad eran dulces, al menos para los tradicionalistas pues nunca faltan los alienados.

Por los 1950s aproximadamente llegaría la invasión de los pavos publicitados como estadounidenses, de Papá Noel con sus bolsas de regalos, su chocolate caliente esperándole y la nieve ... apesar de estar en verano acá... ¡Sí, de Ripley! Así que actualmente la Misa de Gallo más parece Misa de Pollito pues es temprano, y la mayoría de la gente más anda preocupada en que estén los regalos al pie del árbol de Navidad, los villancicos suenen, el pavo esté dorado, el espumante esté a la mano y el chocolate esté caliente así se estén muriendo de calor... ah, y esto mientras se come panetón con harta masa y harta fruta. ¿Panetón? sí, en esta ciudad quién no tiene al menos alguna gota italiana conoce a alguien que la tiene así que con tanto inmigrante se pegaron algunas costumbres. Actualmente Navidad sin Panetón no es Navidad.
.... Sin cohetes y petardos tampoco. Cada quién parece desear tener cohetes más ruidosos y con hartas luces de colores que el otro para regocijo del ojo del espectador. No deja de parecerme muy bonito ver las calles iluminadas con diseños artísticos y hasta con árboles navideños gigantes iluminados con energía eólica, mecánica y/o solar. Faltarán muchas cosas y puede que disguste el consumismo que genera o que no se crea en ella y cuanto significa, pero es un buen pretexto para pasarlo bien con la familia. Amén.