¡Qué lamentable pérdida la de esta luminaria! A donde más nos habría su brillante mente si las complicaciones de su enfermedad no nos lo hubiera arrebatado ya. El saber ha tenido un antes y después gracias a él también, como felizmente pasa de tanto en tanto. Ahora queda ver a donde llevan las semillas que plantó. Ese deseo de difundir la ciencia y ponerla al entendimiento de la gente común es una de las cosas que más me gustaron de él. Que mejor que recordarlo viendo Una Breve Historia del Tiempo
Hasta siempre genio...
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