¿Quién mató al perezoso?

Esta semana se dio a conocer este fósil impresionante de una tibia del perezoso Pseudoprepotherium llena de dentelladas, de hace 13 millones de años, sostenido de la mano de Rodolfo Salas Gismondi, uno de los autores del artículo en que se basa este post. 

El sitio del hallazgo

Fue encontrado a orillas del Río Napo en el 2004, en plena Amazonía, región que ha sido muy difícil de estudiar por su cobertura boscosa. 

Año tras año, al bajar el nivel de los ríos se exponen los sedimentos con fósiles, si no se los pilla a tiempo la corriente se los lleva en cada estación. Esta zona era de pantanos y lagunas en aquellos tiempos del Mioceno, así que hay mucho fósil acuático en la zona.

Felizmente se salvó esta tibia que estaba con 46 marcas de dientes y por el otro lado con el hueso bastante chancado. El perezoso no sobrevivió a semejante fuerza de mandíbula que por poco le trituró la tibia. ¡Crac Crac Crac Crac Crac!

Cuando se encontró la tibia del Pseudoprepotherium no se conocía mucho de los fósiles de la zona como para determinar quién dejó esas marcas de dientes en el perezoso. Felizmente con los años se puso nombre a los 7 cocodrilos de la zona.

De este modo, se vio que el patrón correspondía al del Purussaurus (ejemplar de hace 10 millones de años, procedente de Iquitos, Perú, arriba), sin embargo este animal medía solo 4 metros y no el doble como uno esperaría al oír hablar de Purussaurus.

En realidad con lo que le hizo un adulto a una tortuga Podocnemis no me extraña que pensaran que este caimán gigante fue responsable de lo que pasara con el perezoso.

O mejor dicho un juvenil como este ...

Ahora sí la escena está completa. Al parecer un Purussaurus juvenil le tronó la tibia al perezoso, el cual por lo  visto no sobrevivió para contarlo. 

Fuente: Pujos F, Salas-Gismondi R. 2020 Predation of the giant Miocene caiman Purussaurus on a mylodontid ground sloth in the wetlands of proto-Amazonia. Biol. Lett. 16:20200239. http://dx.doi.org/10.1098/rsbl.2020.0239