viernes, febrero 02, 2001

Cuento griego, cuento indio


A propósito de coincidencias... es curioso que muchas cosas se repitan en culturas tan diferentes como en el caso de las apreciaciones de 2 pueblos sobre por ejemplo una constelación (me gusta ver el cielo estrallado sobretodo ahora en verano) como la Osa Mayor.... sino miren esto.

Según la leyenda griega, Zeus, padre de los dioses del Olimpo, se enamoró un día de la hermosa ninfa cazadora Calisto, que vivía en los bosques de Arcadia. Presa de un intenso amor, Zeus sedujo a Calisto. Hera, la esposa de Zeus, estaba tan celosa de la ninfa, que la convirtió en oso.

Pasó el tiempo y cierto día Arkas, hijo de Calisto, que también era cazador, se topó con un oso en el bosque. El animal era nada menos que su madre, pero Arkas no lo sabía. Estaba a punto de dispararle una flecha cuando Zeus intervino para impedírselo y revelarle la verdad. A fin de que Calisto no volviera a tener encuentros peligrosos de esa naturaleza, Zeus la tomó de la cola y la lanzó hacia el cielo. Luego el padre de los dioses olímpicos transformó a Arkas en oso y lo puso también en el cielo para hacerle compañía a su madre. Arkas es hoy la constelación de la Osa Menor, y la punta de su cola es la estrella polar, guía de navegantes y viajeros desde tiempos antiguos.

Pero Hera no estaba conforme. Después de todo, con Calisto dando vueltas en el cielo eternamente, Zeus podía ver a su amor cuando se le antojara. Así que la diosa llamó a su hermano, Poseidón, dios del mar, y le hizo prometer jamás permitir que los osos celestes, Calisto y Arkas, se acercaran a sus dominios acuáticos. Por eso la Osa Mayor y la Osa Menor nunca se ponen... en la latitud de Grecia; esta parte de la leyenda no tiene sentido por esto para otras latitudes.

Por lo general, las formas de la mayoría de las constelaciones les evocan imágenes distintas a observadores de culturas distintas. Pero las estrellas de la Osa Mayor también fueron asociadas con este animal por los indígenas del Nuevo Mundo. Una leyenda india de Norteamérica explica por qué cambian de color en el otoño las hojas de los bosques del norte. Las tres estrellas de la cola de la osa griega representaba para estos indios a tres cazadores que iban en pos de un oso, representado por el cuenco de la cacerola. Todo el año dan vueltas y vueltas persiguiendo al oso, pero en el otoño, cuando se ve la constelación bajar hacia el horizonte al caer la noche, los cazadores le dan alcance a su presa. Entonces disparan sus flechas. Una de las flechas le da en el flanco y al manar la sangre del oso, pinta los árboles de color rojo intenso.

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