sábado, febrero 18, 2006

A veces el sendero se parte

Luego de la gran sorpresa vino también algo de tristeza, Hipócrates había al fin conseguido su sueño de vencer el estigma de raza inferior arrastrado por sus congéneres a través de muchísimas generaciones. Al recibir el holograma sellado para ser visto por él lo entendí todo, sus trasnochadas, sus ausencias prolongadas, en el tiempo que llevo de vuelta a casa me he dado cuenta de lo poco que he podido conocer a mi entorno en estos últimos 7 años, no pensé que el Castillo viejo trastocaría tanto ese aspecto. En fin, el punto es que ganó una beca en la Universidad Galáctica de Coruscant y ya está casi con las maletas esperando. Este elfo doméstico es muy sagaz así que no dudo que logrará sus metas, dice que visitará durante las vacaciones, no sé, yo decía lo mismo a su tiempo pero el tiempo a veces tuerce los caminos.
Aunque aún le esperan el otro mes, de modo definitivo, él ha decidido antes de partir definitivamente darse una escala por el reino de Gondor, parece que quiere saludar a su amigo el jefe Ghan-buri-Ghan quien es el señor de los hombres salvajes, los mismos que le ayudaron por mucho tiempo años atrás. Y de paso parece que quiere revisar unos pergaminos en la biblioteca de Minas Tirith.
El fantico azuzado por sus amigos ha decidido partir también con él, pero quiere pedirle permiso al Rey de Gondor para ir a transformar Cirith Ungol, una antigua ciudad que por mucho tiempo mantuvo oculta la sombra del mal pero que hoy está en ruinas, en algo hospitalario... desde la perspectiva de un fantasma. Con la vara de Hipócrates luego que se enteraran de su decisiva participación en la ayuda de los hombres de los bosques a los jinetes de Rohan durante la Guerra del Anillo años atrás dudo que les nieguen cualquier cosa.
Pero por siaca yo decidí mandar tras ellos a dos agentes encubiertos para asegurarme que lleguen bien, supongo que un par de fantasmas disfrazados de un pollo y un gorrión pueden pasar caleta. Confío en que les irá bien en las empresas que se han trazado. Y espero que sepan usar los regalos que les di (son regalos muy preciados).
¡Balrogs! ya me agarró la nostalgia...

1 comentario:

  1. Anónimo11:32 p.m.

    La nostalgia es inevitable no? pero al menos se sabe que se iran por cumplir lo que tanto añoran, mejor un brindis telepático para que toda la buena vibra junto con tus agentes encubiertos los ayuden y esten bien y les vaya super a ambos, en todo lo que les espere.
    Saluditos Dino.

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