Navegante enrumbándose

Como les iba a contar la imagen de ayer tiene mucho que decir. Luego de la ceremonia de graduación que les conté en marzo vino una hermosa ceremonia de recepción con juramentación, flashes por todos lados, comilonas (subí algo de peso al fin) y honores muy bonita. Pero pasó eso y vino lo bueno, por así decirlo.

Cada amigo tuvo que tomar diferente camino, de más está decir que los Puertos Grises fueron más que transitados con tanta gente que abandonaba la ciudad. La despedida fue bastante sentida. Al final acabé amaneciéndome a orillas de los Puertos, es que a algunos quemar etapas se nos hace algo más difícil. Pero el tiempo cambió, el mundo cambió.

El reto real venía luego pues acabé conducido a un laberinto del que me demoró bastante encontrar la salida y obviamente salí más que chancado, pero eso no fue nada al final el hallar la salida al laberinto me arrastró a otro puerto con miras a partir a algún lugar muy muy lejano de la galaxia.

Y partí a la mar pues primero debía cruzar el oceano de las tempestades... nada bueno es fácil. Ya de antemano sabía que el navegar así es totalmente azaroso y que uno debe estar siempre preparado tanto a lo mejor como a lo peor. Pero uno siempre espera el éxito y enfrentar lo desconocido por primera vez no siempre es tan exitoso.
El afrontar la primera gran tempestad a bordo fue de veras tensionante tanto para mi como para el resto de la tripulacion, es decir para la mayoría. Luego de que pasara esa horripilante, para muchos, tempestad la desmoralización comenzó a cundir.
Tanto así que me contagió un poco, pero como soy bien reacio a veces a aceptar que me siento corto, fue necesaria la aparción del espectro pingüiniforme, quien con su extraña sabiduría me dio una buena sacudida en una de sus inesperadas apariciones.
Para cuando vino la segunda tempestad donde teníamos nuevamente las de perder, es decir ya estabamos bastante chancados y algo más.... bueh ... ya se imaginarán, navegar en cierto modo en la cierta incertidumbre es incómodo, y cuando esta tempestad pasó vino extrañamente la etapa de la mayor desesperación para muchos, extrañamente yo me sentía tranquilo... es cierto que el mar se veía tranquilo... pero esa tranquilidad sería muy engañosa pues conllevaría a una tercera revolución en el mar, una muy extraña y en la cual al parecer acabaría encontrando mi destino... no sin muchas vueltas de por medio. Sé que hubieron varias bajas y que no faltó quien renunció.... Pero bueno creo que en esa parte me quedo pues esa tercera revolución marina es la que da inicio a esta tercera etapa y la que marcará todo este año... pero la parte final de esta historia queda para mañana pues es la más extraña y no sé si todos los que la vean la entenderán.