La carnecita de la noche

Esto va a petición de una merodeadora de tiempos anteriores a mi.
Para comenzar te cuento que el cambio súbito de voluntad del Director del Castillo Viejo Master Umbridge en torno a la fiesta prohibida fue porque la padawanada le tiró dedo con el nuevo Master Supremo Linkenaugen que como recordarás siempre tuvo buenas relaciones con el estudiantado. El dijo “dales su fiesta a los muchachos” y como donde manda capitán.... al final se hizo la fiesta.
Como los chicos no esperaban que de veras de veritas fuera a haber fiesta no les quedó tiempo al parecer de jalar a Rockito Sudas Vernix, Frígido, LaK, Desierto de Tronchos o cualquiera de los grupos musicales que solían ir tradicionalmente.
Al parecer la gente se pasó la voz que regresaba la fiesta pues hubo gente incluso de los Pollos (reconocí a cierto N de Fort Beacon moviéndose peor que adolescente loco), algunas Sapas (no le hicieron poste a ningún muchacho por siaca), los Mariquitas (como siempre igual de escandalosos y figurettis) y también de tu promo. (Para los que no entienden, en el Castillo Viejo cada promo tiene su chapa, esto es el tipo de cosas que JK Rowling no les diría de Hogwarts).
Como de costumbre a los pobres chicos de primer año les sacaron la mugre en el concurso de peñas. Lo bueno es que a los Enginee los mandaron al sexto lugar, al fin. YEEEE! REVENGE!!!
Lo curioso es que parecía más la fiesta de mi promo pues como estábamos a un lado del escenario y coincidió que en los sorteos que se hicieron sólo ganó gente de mi promo que obviamente saludaba a mi misma promo, y los animadores sólo sabían el nombre de mi promo al parecer pues a cada rato nos mandaban saludos, nos llamaban a hacer corito, etc, etc. A cada rato repetían nuestro nombre. Creo que al final alguien de la promo organizadora se quejó pues ya al final-final también comenzaron a llamar a la promo organizadora, ¡qué roche! Aunque por otro lado estuvo bien pues fue cuando mi promo organizaba la fiesta que todo se suspendió tras asumir el control del Castillo Viejo Master Umbridge con sus políticas victorianas, por decirlo de algún modo. No puedo creer que hayan pasado tanto tiempo desde entonces.
La música estuvo bastante buena y variada, el Quidditch Pitch reventaba de gente bailando. Y yo feliz como todos. ¡Vinieron mis amigos de los confines! Eso sobretodo me hizo bastante feliz. Extrañaba las competencias de las barras y el pase de lista de las promos, te recuerdas? Lo más divertido. Creo que cuando hay motivación sale energía física de donde parece no hay. Meses que no bailaba de sol a sol.
Ah! Me rectifico de un post anterior, el Castillo Viejo se ve bien bonito de noche con el nuevo sistema de antorchas. Y sí también bailé la del are you ready como decía GammaNormids...

Tags: celebración Castillo Viejo crónicas