John Williams – Bounty for a Wookie
Nota: Espero que los visitantes antiguos del blog no se hayan asustado por la música de arriba. No es el retorno de Master Vos La Hutt... felizmente. Sólo pasa que me parece que a los imponentes modelos de este post también les cae el tema.
Lenguas de asfalto
que cimbreantes corcovean
del litoral a su vera
y surcando muertes van.
El viento empuja a la
arena que carcome
la serpiente multiforme
asociada a Satanás
Noche de niebla
en que sólo los valientes
en camión irreverente
osarían a surcar.
que cimbreantes corcovean
del litoral a su vera
y surcando muertes van.
El viento empuja a la
arena que carcome
la serpiente multiforme
asociada a Satanás
Noche de niebla
en que sólo los valientes
en camión irreverente
osarían a surcar.
[extracto de la canción al "Pasamayo Maldito" del grupo peruano NSQ&NSC)
Cuando comencé el post pensé que sería algo corto y bastante rápido, pero a la hora de la hora, encontré algunos rompecabezas aún sin resolver. Supongo que es cuestión de tiempo para que todo se acabe de aclarar.
¿Y que a qué viene la canción del inicio del post? Pues que uno de los recuerdos más antiguos en mi memoria de proboscideos en mi provincia natal están referidos a un animal que en su momento fue bautizado como el "Mastodonte de Pasamayo". Pasamayo es un serpentín frente al Océano Pacífico en las afueras de la Ciudad de los Reyes donde antiguamente había muchos accidentes, no era raro oir que un vehículo se desbarrancaba por el acantilado en medio de la niebla invernal y cosas así. Hasta parece que había una leyenda urbana sobre una mujer fantasma que seducía a choferes idiotas. En ese contexto, en un derrumbe que hubo en los noventas, si no me falla la memoria, salieron a la luz parte del esqueleto de un pariente del elefante. Las noticias sacaban a la gente que fue a chismosear en el sitio, quejándose que ya no se demoraran tanto en rescatarlo pues "al tacto los restos se hacían polvo" (nunca faltan los "mano larga" que todo lo quieren tocar). Recuerdo que se demoraron bastante tiempo en rescatar al animal. Me parece que los dientes todavía le brillaban en las fotos. El tiempo pasó y ese animal sería identificado como un Stegomastodon waringi, un proboscideo del grupo conocido como los Gonfoterios. ¿Proboscideo? Sí, claro, un pariente del elefante.
Gonfoterios
Cuando el grupo familiar del que (entre tantos) saldría el elefante decidió lanzarse a la conquista del mundo, era de esperarse que llegaran a Sudámerica.
Un grupo prefirió tomar la ruta de los Andes, el Cuvieronius. Este animal de 2.2 metros de alto prefería las un tanto frías altiplanicies andinas y en Perú vivía a 4000 m.s.n.m. Y por lo que he visto no es infrecuente su hallazgo. Este habría sido el primero en llegar, en el Pleistoceno Temprano, según la mayoría de estudiosos. Su nombre se debe a Cuvier, quien en 1806 estudió los restos colectados por Dombey en Perú y Humboldt en otros países sudamericanos. El Cuvieronius hyodon es conocido de Ayusbamba (Cuzco).
Por otro lado estaba el gran Stegomastodon de 2.7 metros de alto que preferió tomar la ruta a ambos lados de los Andes, por la costa occidental y la Amazonía al este de los Andes, o sea el calor. Parece que prefería praderas más abiertas. Este último habría llegado después, por el Pleistoceno Medio. Se ha encontrado al Stegomastodon waringi por El Jahuay y Aguada de Lomas (costa de Arequipa), La Huaca (Piura), Quipán (Canta, sierra de Lima) y el Serpentín de Pasamayo como les conté al inicio del post.
El rojo debió cubrir más al Perú pues en la costa sur del país también vivió Stegomastodon.
Aunque en Sudamérica prefirieron tomar rumbos algo diferentes allá en Norteamérica habrían vivido juntos antes que se formara el Istmo de Panamá. Justamente se dice ampliamente que los proboscideos llegaron a Sudamérica en la época del llamado "Gran Intercambio Biótico Americano" en que al "encontrarse" las dos Américas sus faunas y floras fueron a encontrarse entre sí. Sin embargo, Campbell et al. (2000) reconsideran la fecha de esa migración de proboscideos a Sudamérica; ya que sobre la base del descubrimiento de un probable nuevo Gomphotheriido llamado Amahuacatherium peruvium (Romero et al, 1996, Aurinsa en Tambopata, Departamento de Madre de Dios, Perú) en la Amazonía peruana sostienen que la llegada pudo producirse en el Mioceno Tardío (aproximadamente 9.5 Ma, o más). Aunque han surgido dudas posteriores y muchos prefieren considerarlo como otro Stegomastodon amazónico y no una especie nueva, la réplica no faltó y todavía habrá que esperar nuevos restos para aclarar el asunto pues las voces en defensa del fósil se han dejado sentir. Su posición estratigráfica es poco clara y de difícil confirmación por estar prácticamente cubierta por la selva amazónica. En este sentido, el detalle está que de ser todo cierto los "elefantes" habrían cruzado a Sudamérica cuando todavía el mar estaba bajo, por la época en que habrían llegado Llamas, Pecaríes y Tapires desde Norteamérica, y no millones de años después (recién en el Pleistoceno) como se suele creer. Y esto les pondría en el grupo de los primeros norteamericanos en llegar no sólo a Perú sino a Sudamérica.
Sea como fuere, de algún modo el irse haciéndose más "exitosos" por medio de la especialización luego les pasaría la factura. Pues al final del Pleistoceno con los cambios climáticos de la llegada de la Era del Hielo el entorno cambiaría, la llanura costeña se perdería, aumentaría la desertificación, el clima se tornaría algo más frío y muchas especies vegetales se perderían para el Holoceno. Al parecer los primeros en caer por el estrés nutricional y ecológico serían estos grandes proboscideos, luego les seguirían los caballos y los perezosos gigantes, entre otras tantas criaturas que hoy en día nos resultarían difícil de identificar con la Sudamérica actual. Sin duda, el clan de los elefantes siempre dará que hablar.
Fuentes:Alberdi, M. T., J. L. Prado and R. Salas. 2004. The Pleistocene Gomphotheriidae (Proboscidea) from Peru. Neues Jahrbuch für Geologie und Palaontologie-Abhandlungen 231(3): 423-452.
Alberdi & Prado. Presencia de Stegomastodon (Gomphotheriidae, Proboscidea) en el Pleistoceno Superior de la zona costera de Santa Clara del Mar (Argentina). Estudios Geol., 64(2), 175-185, julio-diciembre 2008. ISSN: 0367-0449. doi:10.3989/egeol.08642.044
Begoña, Prado & Alberdi. Feeding ecology, dispersal, and extinction of South American Pleistocene gomphotheres (Gomphotheriidae, Proboscidea). 2004. Paleobiology; 30(1): 146-161.
Campbell jr., K. E., Frailey, C. D. & Romero Pittman, L. 2000. The Late Miocene Gomphothere Amahuacatherium peruvium (Proboscidea: Gomphotheriidae) from Amazonian Perú: Implications for The Great American Faunal Interchange. Inst. Geol. Miner. Y Metalúrg., Bol. 23, Ser. D: Estudios Regionales, pp. 1-152.
Campbell; Frailey; Romero-Pittman. 2009. In defense of Amahuacatherium (Proboscidea: Gomphotheriidae). Neues Jahrbuch für Geologie und Paläontologie - Abhandlungen, 252(1). 113-128(16).
Chávez Aponte et al. Morfología dentaria de los gonfoterios de la localidad de Muaco, estado Falcón, Venezuela. INCI, oct. 2008, vol.33, no.10, p.771-775. ISSN 0378-1844.
Ficcarelli et al. Hypothesis on the cause of extinction of the South American mastodonts. 1997. Journal of South American Earth Sciences. Volume 10, Issue 1, January 1997, Pages 29-38.
Gadens, Gabrieli. Contribuição Ao Estudio Dos Proboscidea (Mammalia, Gomphotheriidae) Do Quaternário Do Estado do Rio Grande Do Sul, Brasil. Universidade Federale do Rio Grande do Sul. 2007.
Prado et al. The Pleistocene Gomphotheres (Proboscidea) from South America: diversity, habitats and feeding ecology. The World of Elephants - International Congress, Rome 2001. 337-340.
Salas et al. Museo de Historia Natural. 2004. Vertebrados de los Humedales Pleistocénicos de Aguada de Lomas y Sacaco 8Arequipa, Perú) Interpretaciones Paleoecológicas.
Villaroel & Clavijo. Los mamíferos fósiles y las edades de las sedimentitas continentales del neógeno de la costa caribe colombiana. REV. ACAD. COLOMB. CIENC. 2005. 29(112). 345-55..
http://de.wikipedia.org/wiki/Cuvieronius
Alberdi & Prado. Presencia de Stegomastodon (Gomphotheriidae, Proboscidea) en el Pleistoceno Superior de la zona costera de Santa Clara del Mar (Argentina). Estudios Geol., 64(2), 175-185, julio-diciembre 2008. ISSN: 0367-0449. doi:10.3989/egeol.08642.044
Begoña, Prado & Alberdi. Feeding ecology, dispersal, and extinction of South American Pleistocene gomphotheres (Gomphotheriidae, Proboscidea). 2004. Paleobiology; 30(1): 146-161.
Campbell jr., K. E., Frailey, C. D. & Romero Pittman, L. 2000. The Late Miocene Gomphothere Amahuacatherium peruvium (Proboscidea: Gomphotheriidae) from Amazonian Perú: Implications for The Great American Faunal Interchange. Inst. Geol. Miner. Y Metalúrg., Bol. 23, Ser. D: Estudios Regionales, pp. 1-152.
Campbell; Frailey; Romero-Pittman. 2009. In defense of Amahuacatherium (Proboscidea: Gomphotheriidae). Neues Jahrbuch für Geologie und Paläontologie - Abhandlungen, 252(1). 113-128(16).
Chávez Aponte et al. Morfología dentaria de los gonfoterios de la localidad de Muaco, estado Falcón, Venezuela. INCI, oct. 2008, vol.33, no.10, p.771-775. ISSN 0378-1844.
Ficcarelli et al. Hypothesis on the cause of extinction of the South American mastodonts. 1997. Journal of South American Earth Sciences. Volume 10, Issue 1, January 1997, Pages 29-38.
Gadens, Gabrieli. Contribuição Ao Estudio Dos Proboscidea (Mammalia, Gomphotheriidae) Do Quaternário Do Estado do Rio Grande Do Sul, Brasil. Universidade Federale do Rio Grande do Sul. 2007.
Prado et al. The Pleistocene Gomphotheres (Proboscidea) from South America: diversity, habitats and feeding ecology. The World of Elephants - International Congress, Rome 2001. 337-340.
Salas et al. Museo de Historia Natural. 2004. Vertebrados de los Humedales Pleistocénicos de Aguada de Lomas y Sacaco 8Arequipa, Perú) Interpretaciones Paleoecológicas.
Villaroel & Clavijo. Los mamíferos fósiles y las edades de las sedimentitas continentales del neógeno de la costa caribe colombiana. REV. ACAD. COLOMB. CIENC. 2005. 29(112). 345-55..
http://de.wikipedia.org/wiki/Cuvieronius
Una de las grandes virtudes de tenerte como amigo, y referente, es que uno puede ir siguiendo los últimos hallazgos, qué especies poblaron, y demás aspectos relacionados con América latina. Sigue así compañero!
ResponderBorrarElefantes en América Latina... me pregunto cómo no sobrevivieron hasta tiempos recientes en ecosistemas como el llano brasileño o la pampa...
un abrazo crack!
muy buen post!!
ResponderBorrarhace poco pensaba precismente en todo lo que nos falta por descubrir en nuestro propio planeta
me ha encantado esta entrada de un grupo de animales que esta entre mis favoritos.
ResponderBorrares increible la diversificacion que se dio y como colonizaron casi todo el globo, y las pocas especies que quedan ahora.
y lo triste es que no se lo estamos poniendo facil.
saludos
¿Eres de pasamayo? Me pareció un lugar muy bonito y si es solitario mucho mejor. Aunque esa carretera maldita... no sé... en mi sitio, tb había una carretera llena de curvas. Decían que era muy peligrosa, que habían muchos accidentes... pero, creo que quitaron curvas, etc. Ya no se oye hablar de nada de eso.
ResponderBorrar¡Qué cuernudos que eran!
Hace poco vi a un elefantito. Era una mamá elefante y se enfadó más con los cuidadores... cómo intentaba proteger a su cría. Los cuidadores corrían y luego gritaban:
- ¡Cerrad rápido la verja!
Era increíble. Amor de madre incluso ahí ¡qué bonito! :)
Saluditos.
Es curioso pero en Sudamérica no hay ya mamíferos más grandes que una llama o un tapir, así que supongo por ahí ha de andar la explicación del porqué no sobrevivieron ni en las sabanas sudamericanas.
ResponderBorrarAhora sin duda la ven difícil.
No, Esther. El Serpentín de Pasamayo es una autopista en forma de serpiente por los acantilados frente al Océano Pacífico a las afueras de la Ciudad de Lima, que es mi provincia natal y donde vivo, casi toda la provincia es una ciudad grande. Ahora hay otra carretera más segura más arriba y ya no tan pegada a los riscos que dan al mar. Era como estar en una montaña rusa, o algo así.
lo que me hubiese gustado ver son animales a lo rinoceronte aunque sea en tiempos remotos :) como dijeron antes, por qué no habrá animales realmente grandes en Sudamérica?
ResponderBorrarParece que fueron las consecuencias en torno a la Era del Hielo las que acabaron barriendo a los animales realmente grandes de Sudamérica, tanto en las regiones tropicales como en las más frías.
ResponderBorrarEs una pena, con la fauna de grandes animales que tenía sudamérica en el Pleistoceno... y ahora todo son tan chiquitillos comparandolos.
ResponderBorrarMe encantan esta fauna tan extrvagante, elfantes en sudamérica =D
¡Que postazo!
ResponderBorrarGenial la info Dino.
Stegomastodon y Cuvieronius estan entre mis mamíferos favoritos.
Yo tengp un libro en los que los ilustro Jorge Blanco, y estoy enamorado de las ilustradiones XD
¡Saludos!
PD: Si tengo que poner favoritos en articulos, este sin duda seria uno ;o)
Ah esos colmillos estarían de lujo para un Didgeridoo jajaja.
ResponderBorrarSí Guanlong, de gigantes y extravagantes a "chiquitines". Honestamente, aunque sé que aunque en Colombia soltaron hipopótamos en la Amazonía, imaginar un elefante suelto como si nada en este continente me sonaría bastante fuera de lugar.
ResponderBorrarGracias y a ver si escaneas Noa!! XD
¡Tú mismo eres che!
Didgeridoo!! XD No había pensado en eso, bueno por lo largo sí... Creo que serían un instrumento musical bastante curioso, Zorro. No creo que un colmillo produzca un sonido como una barra de eucalipto pero de que sonaría de lujo, me parece que sí.
Qué interesante,Dino,te documentas muy bien,lo cual se agradece;es verdad,resulta dificil imaginar animales grandes viviendo en peru actualmente,mmm,aparte de la llama,el puma andino,no se conoce otro animal enorme,aparte que el cóndor no es mamífero.
ResponderBorrarEsa canción de NSQ,jeje,claro q recuerdo a pasamayo,en sus tiempos era famosa por sus accidentes,qien iba a imaginarse que ahi encontrarian fosiles.Pucha,por acá se me prende el foquito para hacer cuentos fantásticos,gracias por la inspiración,mi estimado Dino.
Saludines
Sí, ¡cuento, cuento, cuento!
ResponderBorrarquiero cuento.
Genial spot, aunque lo lea tarde, igual sigue estando chevere, felicitaciones, por ahí recuerdo que mi profesor de historia me informó que había un texto de los españoles cuando llegaron al Perú, encontraron animales muy parecidos a los elefantes, he buscado ese texto pero hasta ahora no he dado con el, sería mejor buscar fósiles que tengan una antiguedad de tan solo hace 500 años, jejeje. Saludos
ResponderBorrarMe parece que debieron referirse a las sachavacas con su trompa prensil. Los tapires viéndolos de reojo pudieron encajar en dicha descripción, no me imagino otra criatura actual sudamericana que pudiera acercarse en algo a la descripción de un elefante en Sudamérica.
ResponderBorrardinorider, lindo post! Para una pregunta que ví mas arriba, como soy paleontóloga, me atrevo contestar porqué no hay elefantes en las praderas sudamericanas.
ResponderBorrarEn Africa, esa "megafauna" no es más que un relicto por lo siguiente, el continente está practicamente aislado y no hay urbanización marcada. Por otro lado, ademas de gomfoterios, en nuestras praderas había muchos elementos de gran tamaño, como los megatherios y gliptodontes. Mejor sería preguntarnos... ¿si la mega fauna se extinguió en todo el mundo qué hacen esos elefantes todavia en Africa? ¿cómo se sostienen esos ecosistemas?
grax y un saludo,
¡Oh! ¡qué alegría! ¡es la primera vez que una paleontóloga me deja un comentario!
ResponderBorrarCierto, algo han de tener África y Asia para sostener elefantes. En Asia la gente los usa como herramientas desde quién sabe cuándo, cómo y porqué, y eso parece ayudar ... pero en el caso africano eso es muy diferente.
Que aún exista megafauna africana podría deberse al origen africano de nuestra especie. En otras partes del mundo al llegar el ser humano toda la megafauna sucumbía, es un ejmeplo clásico de lo que pasa al introducirse una nueva especie en el ecosistema. Como la megafauna africana proviene de un largo proceso de evolución conjunta con el ser humano, resistió la presión depredadora de nuestros antepasados. La cosa cambia con la entrada del siglo XIX-XX y las armas de fuego, no en vano se extinguen dos especies en este periodo: la cuaga (Equus quagga quagga) y el hipotrago azul (Hippotragus leucophaeus)
ResponderBorrarTienes mucha razón, eso tiene bastante lógica. ¡África es el único sitio con real megafauna aún!
ResponderBorrarla megafauna habrà sido protegida por la malaria? En africa la franja ecuatorial determinò que la densidad poblacional humana fuera baja talvez los salvò por el momento de la extinciòn.
ResponderBorrarSí, yo también he leido de esa teoría y me parece que sí puede haber ayudado en gran parte en algunas áreas. La malaria fue un factor limitante incluso hasta para los romanos jajaja
ResponderBorrarPero me parece sólo fue un factor.
Actualmente el Stegomastodon de Perú ha sido reclasificado como Notiomastodon platensis según nuevos estudios
ResponderBorrarLo que he visto en artículos son propuestas de reclasificación de waringi en platensis y también lo antiguo de hacer sinonimia entre Stegomastodon y Notiomastodon. Gracias por la mención
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