De bebé a diario (creo) debía acompañar a mi madre a ver y recoger a mi hermana mayor que iba a sus clases de ballet, eso me incomodaba a horrores. Como parece que quien regentaba el centro donde se hacían las clases era afin a las momias, ni bien mi madre bajaba la guardia me fugaba a ver a sus momias, a pesar del tiempo recuerdo en particular a la momia de una madre con su bebé en brazos, con la comida y juguetes del bebé. Claro, a la media vuelta yo era regresado. Pasó el tiempo, y seguía lo del ballet, todos los años en Navidad era ballet (usualmente Cascanueces, con decirles que hasta me aprendí de memoria que sonaba en cada segundo) y con tanto ballet, ballet y ballet, al revés que a algunas personas, en cierto modo le agarré cierto efecto aversivo. Con la independencia del crecer todo eso de verme obligado a aguantar quedó atrás y bien enterrado. Por eso me quedé lelo cuando años después un traumatólogo me dijo que debía considerar seriamente practicar ballet como parte de la terapia física por cierto problema secuelar debido a mi costumbre de lesionarme por dármelas de extremo y meterme donde sabía que no debía haber pensado meterme. No le hice caso, no va conmigo, aunque obviamente respeto a quien sí guste.
Años después por andar como chaperón de una amiga de mi Alma Mater me acabé tragando todo (¡cómo les encanta a las mujeres usarnos de guardaespaldas!). Al ver la cara que ponía ante la sugerencia de ir al ballet me chantajeó .... pero admito que al final lo pasé bastante bien después de tantos años .... aparte que me gustó ver al Teatro Municipal Manuel Ascencio Segura ya remozado tras el incendio funesto de años atrás.
Ah, no sé si acaso tendrá alguna remota correlación inconciente pero cuando no hay moros en la costa suelo caminar de puntas desde que tengo uso de razón hasta ahora que ya tengo veintitantos años. No se me va la costumbre. Me siento mucho más cómodo que en modo plantígrado, creo que por eso siempre he tenido buenas pantorrillas dicho sea de paso... y siento eso ayuda para aparecerme como fantasma antes que noten mi presencia y de paso divertirme con las expresiones de susto de quién me ve aparecer súbitamente a su costado. ¡BUUUUUUU!
jooooooooooooo facil que en la reuna LCD te apareces nos asustas nos tomas una foto y te escabulles antes que nos demos cuenta de tu presencia (!) y de ahi la muestra en LCD y todos nos volvemos locos
ResponderBorrarSería buena idea.
ResponderBorrarXD
Me recordaste a cuando mis padres me obligaban a ir a bailar sevillanas, que no me gustaba y ya ni me acuerdo de ellas. Sólo de dos pasos y de tocar las castañuelas, que es facilísimo. Ahí estaba la profe con su ría, ría pita... su paso, marcar y cerrar... Aún me acuerdo, como lo canturreaba perfectamente. A los chicos del cole sí que les gustaba subir a vernos pero, por otras razones ¡Je,je,je! Su momento favorito era cuando las chicas se estaban cambiando, ya imaginarás... Y alguna vez pillaron a una en paños menores, por decirlo así... Es que se cambiaban ahí todas juntas, en la misma sala donde bailábamos, como si nada, tan felices... Ellos que sabían por dónde andábamos... qué se esperaban, algún día tenía que suceder. Pero, a mí y a mi hermana no podían pillarnos: éramos más listas. Yo no me cambiaba allí. Me negaba rotundamente. Tb se bailaba salsa, que yo no quería hacerla. Y luego, en las fiestas del cole hacían espectáculos. Yo no quise salir. Y una vez salían con unas faldas que ¡uff! No era para tanto pero, ahí estaban los otros, babeando...
ResponderBorrarA mí me dijo el médico que nadara pero, no le hice caso y menos en invierno. Sólo de vez en cuando me ad por ahí... Me gusta más el aquagym pero, claro, eso no se encuentra todos los días ni en todos sitios y menos si no tienes tiempo.
Saluditos.
me gusta caminar como gato.. y asustar gente xD
ResponderBorrarclic!
xD
ResponderBorrarconociéndoles mejor