Monstruos Marinos (2003) Parte 1. Los 7 mares más peligrosos

SEA MONSTERS

A WALKING WITH DINOSAURS TRILOGY
Part I

Tiempo atrás el loco Nigel Marven se paseó por este blog en los programas ambientados en Sudamérica y Asia: Tierra de Gigantes y La Garra Gigante respectivamente, pero esta vez veremos que en la prehistoria lanzarse al mar buscando refugio pudo haber sido un remedio peor que la enfermedad pues una vez ahí abajo se encontraba todo un mundo de monstruos. Éste será un viaje en el tiempo por todo el planeta (Nueva York sin rascacielos, Giza sin las pirámides, Perú sin La Catedral, etc) en pos de los 7 mares más peligrosos de todos los tiempos, de la mano del mismo equipo de Walking with Dinosaurs y Walking with Beasts... cada vez la travesía será más difícil. Cada mar será más peligroso que el anterior así que si quieren mojarse ya están advertidos.

EL SÉPTIMO MAR MÁS PELIGROSO:
Nueva York en el Ordovícico

Viajando en el tiempo Nigel llega 450 millones de años atrás pero no hay Times Square ni Central Park. La tierra se ve árida, los días duran 21 horas, no hay bosques ni pastos en el horizonte y el clima es más caliente al haber más dióxido de carbono con menos oxígeno en el aire, ¡ni modo, a cargar el oxígeno con uno! Es que estamos en el Periodo Ordovícico. Pero a pesar de este paisaje en tierra firme, en el mar es otra cosa. Ya hay monstritos rastreros merodeando bajo el agua desde hace tiempo.

Justamente la falta de carroñeros en tierra hace que Nigel encuentre, entre tanto despojo, el cadáver de Astraspis (un pez primitivo sin mandíbula de aquel entonces) a su disposición. Con este pececito de carnada nuestro guía busca atraer a Megalograptus el gran escorpión marino y lo logra, pero el escorpión le mete de paso su buen tajo en el pie por entrometerse con animales salvajes.

Pero Nigel quiere ubicar a Cameroceras El Ortocono, el gran monstruo de entonces, el terror de las pandillas de escorpiones de Nueva York, ¡NO ES CTHULHU! (¿o parece?). Así que no se le ocurre mejor cosa que conseguir una carnada acorde al gigante: Isotelus el Trilobite (foto arriba a la derecha), pero antes coge al trilobite muerto y le remueve un ojo para poner una pequeña videocámara en su lugar. Ya mar adentro suelta el señuelo y eventualmente es atraido Cameroceras el Ortocono pero se traga tan rápido al trilobite que ya se ha fugado para cuando Nigel con el camarógrafo llegan.
Para "suerte" de Nigel cuando ve que muchos escorpiones marinos enormes vienen hacia él llega Cameroceras el Ortocono y se los comienza a comer como si fueran galletas tostadas crujientes. ¡Suerte! ... porque encima el sinvergüenza de Nigel se coge de la concha del gigante Cameroceras para nadar como si fuera una moto acuática. Hasta que el ortocono va muy profundo y Nigel decide dejarlo pues le da miedo.
Pero para cuando llega a la costa en su balsa inflable, resulta que los escorpiones marinos Megalograptus han convertido la costa aún no verde en org... digo, en un hotel al paso (con caníbales incluidos). Nigel igual les corta el momento feliz de calentura para pasar, sin embargo los escorpiones en venganza por arruinarles el momento le revientan la balsa!
EL SEXTO MAR MÁS PELIGROSO:
Suiza en el Triásico
Ahora nos acercamos en el tiempo hasta hace 230 millones de años. En estas costas tropicales de Suiza ya los primeros dinosaurios como Coelurosaurus y los reptiles voladores como Peteinosaurus muestran que ya estamos en plena era de los reptiles, justamente ahora veremos a los primeros reptiles marinos.
Es así que desde la cubierta del barco nuestros guías ven a un dientón Nothosaurus que sube a la superficie del agua a tomar aire y Nigel decide bucear tras él. Acaba encontrando un par de estos raros reptiles que comienzan a dar vueltas a su alrededor, tuvo suerte que en ese entonces no había Sociedad Protectora de Animales pues Nigel comienza a montar al Nothosaurus como si fuera caballo marino de Poseidón, dice que el truco funciona con lagartos ¿será cierto? ¿habría que probarlo?. De cualquier modo finalmente suelta al animalito.

Luego de esto Nigel acaba divisando al extraño Tanystropheus de cuello extremadamente largo. Como nuestro guía es lo máximo en desparpajo e imprudencia le jala la cola para verlo mejor. Comienzan a forcejear hasta que como si fuera lagartija Tanystropheus pierde la cola en un intento de desubicar a Nigel.

Pero igual la cola sangrante llama la atención al predador Cymbospondylus, un ictiosaurio primitivo sin aleta dorsal, que se la quita y se la traga. Luego al parecer Cymbospondylus quiere ver bien si el guía es tan loco como parece y como buen predador comienza a dar vueltas para engañarlo y atacar en el moemnto preciso, pero no cuenta con la astucia de Nigel que le lanza su sonda eléctrica para ahuyentarlo. Momentáneamente nuestro guía loco lo logra, pero cuando el gran reptil marino regresa por los humanos el barco de Nigel se mueve ya en el tiempo.
EL QUINTO MAR MÁS PELIGROSO:
Ohio en el Devónico
Estamos hace 360 millones en plena Edad de los Peces y estamos en búsqueda del gran Dunkleosteus quien ya ha sido visto cerca en una excursión preliminar. Dunkleosteus es un pez acorazado gigante (es que en estas épocas había peces con placas óseas) considerado maestro de las grandes ligas de campeones de las mordidas de todos los tiempos. La apuesta de este segmento es que se demostrará que Dunkleosteus podrá destrozar el traje de malla de cadenas que envuelve a la carnada que le han preparado: un pez acorazado de menor tamaño llamado Bothriolepis el Placodermo (foto de arriba a la derecha e izquierda).
Así que Nigel se mete en una jaula esférica (para que resbale con los intentos de mordida) del tipo que se usan para ver tiburones y confía en que sea suficiente contra Dunkleosteus. Nomás que la sangre de la carnada atrae más bien al raro y antiguo tiburón con aleta en forma de yunque Stethacanthus, con quien se ponen a jugar a mostrarle la carnada para esconderla, en eso se va el tiburón.
Lo que pasó es que hace su aparición el gran pez acorazado Dunkleosteus golpes, pero a diferencia del tiburón éste no aguanta bromas y comienza a meter con todo contra la jaula, muestra sus terribles dientes como tijeras mientras sigue dándole duro a la jaula en que está Nigel. La apuesta era que Dunkleosteus rompería la malla de la carnada pero parece que el pez tiene fuerza para más, ¿será?

... continuará

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