No fue catchascán

Tenía que llegar a la reunión y se me hacía tarde. Seguía subiendo los niveles hasta donde se supone nos encontraríamos. Al final de la última cámara del último pasillo como era en otros lugares y en otros tiempos. Francamente se me hacía demasiado extraño, me sentía en algo como en un mausoleo. En mis épocas en El Castillo Viejo ir a la biblioteca era sinónimo de encontrar algo parecido a un enorme mercado con papeles volando, gente yendo apresurado de un lado a otro, hablando, gritando, reclamando, señalando, corrigiendo, debatiendo, discutiendo, bromeando, fastidiando, etc. Para leer había otro ambiente con barrera de sonido (aunque yo prefería irme o al bosque o a la orilla del lago a leer), de modo que ir a un lugar silente me hizo sentir como pez fuera del agua aunque creo que eso es más bien lo normal en los lugares del otro lado de la ciudad.

Ya casi llegando al final, divisé a mis amigos, y comencé a avanzar a trancos cuando en eso tuve la sensación rara de sentir una presencia cercana. Al pasar la última pared y cruzar el umbral de la puerta al ambiente donde divisé a mis amigos por alguna razón roté la cara al lado opuesto y al mirar ahí, en la esquina me llevé una sorpresa grata.

Habían pasado una pila de años desde que no veía al Bam-Bam, era un muy buen amigo, es cierto que alguna vez me llevé un susto por lo que le pasó al meterle yo un golpe de reflejo en un lugar susceptible luego de una mala broma que me hizo, y dicho sea de paso luego de la cual nunca más volví a golpear a nadie. Nos reconocimos y me fui a saludarlo con un apretón de manos, pero antes que me diera cuenta él ya me había metido un abrazo de gorila y lo que es peor antes que me diera cuenta mis pies estaban flotando en el aire... y lo que es mucho peor de pronto estaba como cuando a un bebe le hacen el "upa" (aunque yo no tengo recuerdo conciente de que me hayan hecho eso alguna vez) ahí, delante de todo el mundo. Y mi saludo fue cambiando PUES ME COMENZÓ A DAR VUELTAS EN EL AIRE!!...

OK, ya bájame..
¡Hey! ¡no seas rochoso! ¡Qué haces!
No me des vueltas acá, ¡YA PARA!
¡ESTÄS DEMENTE! ¡BÁJAME YA!
¡¡BÁJAME O TE PATEO ... TE LO ORDENO!
¡NOS VAN A EXPULSAR!

¡TE VOY A PATEAR! ¡GRRRR! (A estas alturas ya había perdido conciencia de qué era arriba, abajo y al través, y estaba metiendo palmotazos y patadas al aire ... aunque creo que no sólo al aire!)

Lo que sí me quedó claro con lo rápido que pasó todo fue que en efecto le estaba metiendo puñetazos de verdad a sus espalda. Entonces me bajó mientras andaba medio mareado con las vueltas y toda la gente alrededor que se había ganado con el espectáculo se reía, incluyendo a mis amistades y a la enamorada del Bam-Bam que todo el rato había estado sentada en platea.