Ocean Odyssey / Odisea Oceánica - Parte 2

[Advertencia: El presente post contiene detalles de sexo y violencia así que si eres impresionable chúpate un dedo y tápate un ojo o te comerá un monstruo marino en tu pesadilla de esta noche]

Previamente en Ocean Odyssey ...

Al tomarle muestras de sangre al anciano cachalote varado los científicos descubrieron que pertenecía a un linaje del Atlántico ¿Cómo cruzó? Para responder eso habría que retroceder hasta 1960.

Luego que los balleneros mataran a su familia, en el anterior episodio, nuestro ahora ya adulto protagonista acaba llegando a un lugar muy temido al sur de Sudamérica, El Paso de Drake. Hasta entonces el Atlántico había sido su hogar. En dicho lugar tanto barco hundido se ha convertido en una suerte de condominio para la vida marina. Aunque claro, nuestro héroe, que ahora ya muestra sus fuertes dientes crecidos como todo macho de su especie, ve todo eso como una gran despensa. ¡Cuentan que al macho cachalote le habría tomado 30 años desarrollar esos dientes de 1 kg!

600 metros bajo el agua el cachalote llega a una zona en que se forma un canal con agua "templada" arriba separada de la glacial abajo. A lo lejos escucha susurros de ballenas de otro océano. Los sigue. Al decidirse a dejar el canal divisa a un gran grupo de machos jóvenes que colaboran en la caza en equipo y usan otro dialecto diferente al de él. Se les une y así es como al fin acaba llegando al Océano Pacífico. Su nuevo hogar.

Paralelamente, en 1960, los humanos se lanzarían en batiscafo (el Trieste) en una hazaña nunca más repetida desde entonces. La llegada al "fondo más hondo", valga la redundancia. Yendo a 3 km/h les tomaría 4 horas llegar a las profundidades de Las Marianas; sin embargo, un cachalote con sus 5 km/h podría eventualmente dejarles atrás si no fuera porque el moco protector de sus pulmones le haría un pare a 2.5 km, de modo que luego de aquella distancia los hombres que llegaron al fondo tendrían que seguir los 8 km restantes sin cachalotes paparazzi. Y la historia del mundo o registraría como la mayor profundidad vista con ojos humanos in situ.

La presencia humana en el océano se fue haciendo más común con las nuevas décadas, provocando cambio de comportamiento en sus moradores. Es así que llega el momento en que las técnicas nuevas de pesca en un primer momento acaban ofreciéndoles comida fácil a varias especies como los cachalotes ... y a sus competidores de turno, las orcas. La misma especie que le había arrancado un trozo de la cola a nuestro protagonista siendo infante... sólo que esta vez él ya es un adulto y les muestra quién es el que manda ahora.

Más adelante vemos que el protagonista y sus otros amigos cachalotes se dirigen rumbo a las aguas tibias de las Galápagos donde podrán copular con tranquilidad con las hembras que les esperan ...

PERO ...

....Antes tendrán que pasar a través de uno de los lechos marinos más violentos de la Tierra, la cadena de volcanes submarinos de la Dorsal del Pacífico Oriental. Precisamente, recién a fines de los 1970s, con los submarinos ALVIN, serían descubiertas estas fumarolas hidrotermales que al contacto con la fría agua de las profundidades se mineralizarían en formas sumamente caprichosas y hasta algo surrealistas.

Tras semejante travesía extrema, el cachalote buscará conquistar su derecho a aparearse. Es así como el ágil protagonista logra vencer en una verdadera lucha de titanes a un gran macho viejo cuya sola presencia había disuadido a otros machos más jóvenes. Y así fue como el macho cachalote logra ganar una sesión de perpetuación de la especie con un harem de hembras que no tienen reparos en dar cariños en equipo. ¡Eso es compartir!

Lamentablemente esos buenos tiempos pasarían. En abril del 2004 acabaría encontrándose en medio de un juego de guerra en Hawái. Un submarino nuclear le mandaría una onda de golpe sónico que casi le mataría a su ya anciana edad. Medio atontado saldría a la superficie donde casi sería atropellado por un barco. Por increíble que parezca muchas ballenas mueren así.

Sin duda, tiempos feos, ¡ni para el sexo! La pesca de arrastre saquea el mar de la comida acostumbrada de los cachalotes, así las muchachas se desmotivan y ni ganas de jugar con el macho tienen ya.

Las estaciones petrolíferas en el océano por su lado también ponen su cuota de alteración al ecosistema marino y contaminación atmosférica. Para colmo esta escena es ambientada frente a las costas peruanas.

Cansado de que los hombres estén por todos lados arruinándole todo decide irse a pasar unas vacaciones a la última frontera, la Antártida.

Y ahí le espera su gran rival, la calamar colosal. Mientras el macho de esta especie llega a los 5 metros, la hembra llega a los 15 y es toda una bestia sexual ¡pobre macho! ¡lo dejó como estropajo!

Luego de unas claustrofóbicas vueltas y revueltas por los túneles de hielo de la Antártida se da finalmente el encuentro del gran cachalote y la enorme, misteriosa y algo terrorífica calamar colosal.

¡Sin duda un gran duelo a muerte!

Y sólo uno podría ganar.

Pero toda gran historia tiene un final y por más que muchos humanos hacen intentos de mantenerlo vivo su cuerpo acabaría despidiéndose del mundo en una playa de Nueva Zelanda.

El epílogo del programa nos muestra un hipotético mundo del futuro en que el calentamiento global ha hecho que ciudades costeras de la actualidad estén en ruinas bajo las aguas... y con ello todo un nuevo territorio para los descendientes de estos cetáceos. ¿Será?