Colgado del Argonath

Cualquier visitante que se cruce alguna vez con el Castillo Viejo y tenga ojos para ver notará que en la parte central, atrás de las murallas un Argonath, una figura enorme de piedra dorada muy antigua, recibe a los visitantes, naturalmente siempre con el libro en la mano y una mirada solemne acorde con la investidura del representado. Nada menos que el refundador del Castillo Viejo, quien le dio una buena samaqueada y lo dejó como debía.
El argonath es uno de los emblemas justamente del Castillo Viejo, y no hay promoción padawanesca entrante o saliente que no deje de tomarse alguna foto con el Argonath. Y bueno no fui la excepción, nomás que ahora con un amigo nos propusimos no quedarnos abajo sino trepar la estatua y tomarnos fotos sobre la cabeza. "No parece difícil". Trepando soy un desastre y la estatua resbalaba por todos lados, así que como gato traté de trepar, ya llegaba al brazo cuando en eso, una voz grita "¡qué hacen ahí! ¡pueden resbalarse!... parecen chiquillos ¡caramba!"
Y parece que fue como maldición pues justo en eso me resbalé, pero como soy medio prensil acabé colgando de la pierna. Quedando mi foto así, colgado de la pierna, para la anécdota será.
Moraleja: a veces las estupideces son buenas para relajarse pero siempre con el pie bien plantado.