Las Crónicas de Macondo: La travesía del explorador del reverdecer

En el post anterior estaba con la responsabilidad de poner mi bandera en Macondo, cosa difícil pues no había estado ahí, con la ayuda de la criatura Gollum y el gran dragón rojo Smaug el Magnificente cruzamos la puerta del tiempo rumbo a lo desconocido.

¡Claro que al cruzar casi nos vamos al fondo! ... Al fondo de un risco, calculamos el tiempo y lugar aproximado ... APROXIMADO a un risco, lo bueno es que al dragón se le hizo más fácil salir volando.
Los que también salieron volando fueron bandadas de aves que huían espantadas por la bestia gigante voladora.
No es por nada pero desde arriba el paisaje verde se veía bien bonito, tan libre de humanos, había una cadena de cerros a lo lejos, íbamos veloces cabalgando el viento, pero ahora de pronto sólo se veía pantanos y más pantanos, ¡qué raro! juaría haber visto algo como sirenas! parecían no acabar los pantanos, por acá no es, al bosque tenía que ser, otra ruta tiene que ser.

Después de una travesía más larga de lo que esperaba andábamos ya en un bosque y el dragón sintió algo que le llamaba de pronto. Era obvio.

El olor a oro ... pero sentía que algo andaba mal, muy mal.

Ahí abajo había un claro grande, sin embargo aún se veía la estructura de algo parecido a un gran galeón español en el bosque, lo que no me cuadraba fue ver que el lugar parecía la luna, ¡huecos por todos lados! no se que buscarían pero parecían cosas de huaqueros (los que excarban buscando tumbas antiguas). No entendía eso pues en ninguna parte del libro de tío Gabo recordaba haber leido eso de los huecos, y el barco de oro aunque impresionante era obvio que estaba siendo saqueado de a trozos.

Algo sentiría Smaug el dragón que de pronto se enfureció, parece que no le contaron el chisme completo a tío Gabo, desde arriba parecía que había habido algo más ahí. La bestia alada surcó los aires raudamente llegando a lo que parecía una trocha cada vez más ancha.

A lo lejos divisamos gente. Ah, estaban transportando bloques de oro en mulas.

¡MI TESSSORO!

Eso no lo gritó Gollum sino Smaug el dragón. Que de un fogonazo anunció su llegada. El quería su tesoro completo, la idea era que el dragón nos llevara del sitio del galeón de oro a Macondo pero al parecer no hay nada peor para un dragón que le roben lo que él considera su tesoro.

Así que hubo que cambiar de planes pero fue tan rápida la cosa que en menos que cantara un gallo ya se había tragado a dos de los que conducían a las mulas sin que puediera evitarlo.

¡Estás demente! No puedes tragártelos, ¡los necesitamos! ¡Viniste por tu oro! no por ellos! ¡ESCÚPELOS O TE OBLIGO! ¡ESCUPE! - le gritaba yo al Dragón- Escupe a esos hombres o te quedarás sin galeón de oro y no te dejaré volver a la Montaña Solitaria y nunca más volverás a ver al Arkenstone (la gran piedra de los enanos orgullo del tesoro del dragón) ¡ESCUPE! ¡ESCUPE!

Felizmente los dragones no mastican su comida sino se la tragan entera así que aunque babeados los pobres hombres salieron vivos tras ser escupidos de las fauces del dragón, apestando una barabaridad pero vivos. Fue necesario borrarles memorias y aturdirlos algo así que no les quedó traumas.

Dejé a un par devolviendo esa parte el tesoro del galeón mientras nos daba tiempo de que con ayuda de los hombres pudieramos saber al fin como llegar a Macondo. Luego de la jugada con el dragón y la borrada de memoria de los saqueadores entendí porque la historia de tío Gabo era algo diferente al respecto, nunca pudo enterarse de lo que pasó en verdad.

Con el dragón ya contento con su tesoro se nos hizo más fácil todo. Avanzando pudimos ver que en efecto, más allá de las ciénagas estaba ahí frente a nuestros ojos el pueblo perdido, Macondo.

¿Sería tan raro como decían?

Pero antes de entrar decidí que el tiempo de Smaug el dragón en Macondo tenía que llegar a su fin, está bien que haya sido un sitio excéntrico pero un dragón podía ser peligroso, sobretodo conociendo que por ahí eran aficionados a los pescaditos de oro (oro = locura de dragón).

Tendría que regresar a Smaug con su oro nuevo a la Montaña Solitaria a que durmiera casi hasta fines de la Tercera Edad de la Tierra Media sin que lo notaran la gente del Valle .... y por otro lado yo tenía que regresar con gente además de cosas útiles, ahora que ya tenía las coordenadas exactas del lugar.
De arriba se veía genial la vista.

Ahora que acababa el trabajo de Smaug comenzaría el trabajo de Gollum, mi espía. Durante mi ausencia él recorrería Macondo para investigarla.
Aunque al parecer las plumas llevarían algunos chismes más rápidamente que lo que nuestros pasos recorrerían a su vez. Ahora que ya estamos casi a las puertas del pueblo perdido de Macondo, alguna sugerencia?